Evitar el moho en el cuarto de baño

Cuando la humedad y el calor chocan, se forma rápidamente moho, algo especialmente frecuente en el cuarto de baño. Por suerte, prevenirlo activamente no es cosa de magia: proteja su cuarto de baño con tres sencillos pasos.

Agua cayendo de una ducha en un cuarto de baño con vapor, iluminado por una luz cálida

Cuartos de baño sin moho con estos consejos

Es bien sabido que la condensación de agua en paredes, techos y griferías favorece la aparición de moho en los cuartos de baño. Si a esto le sumamos la inevitable alta humedad del cuarto de baño y las posibles fugas de las juntas de silicona en las zonas húmedas, se crean unas condiciones casi paradisíacas para la proliferación de esporas perjudiciales para la salud. La buena noticia: ¡el moho se puede evitar! Le mostramos las acciones cotidianas más importantes que puede llevar a cabo en el cuarto de baño para mantener la ducha, las juntas y las paredes libres de moho a largo plazo.

Zonas susceptibles de aparición de moho

Debido a sus condiciones de uso, el cuarto de baño está predestinado a la formación de esporas de moho, pues su entorno cálido y húmedo crea las condiciones ideales para su crecimiento. Una vez que el moho se ha extendido, es difícil contener su crecimiento y limpiar el material infestado de forma adecuada y duradera. La prevención es importante tanto para la higiene duradera del baño como para la durabilidad de los materiales. Para que su oasis de bienestar no se convierta en un paraíso para el moho, se recomienda prestar especial atención a algunas zonas y limpiarlas por precaución:

Zona de ducha

Zona de ducha

Aquí, el agua y el calor se encuentran con regularidad: durante la ducha y después de ella, se produce una alta concentración de humedad dentro de la zona de ducha. Si la ventilación es escasa y no se secan las superficies, la humedad se condensa en toda la zona de la ducha y ofrece unas condiciones ideales para el crecimiento del moho.

Grifería

Grifería

Grifos de agua, rociadores, teleduchas, desagües... Toda la grifería de lavabo, ducha o bañera está expuesta continuamente a la humedad. La condensación de agua, el aire cálido y húmedo y los restos de agua favorecen la formación de moho. Las esquinas o ranuras, en las que el agua se mantiene estancada durante más tiempo, son especialmente desfavorables.

Paredes situadas detrás de muebles

Paredes situadas detrás de muebles

Debido a la circulación de aire limitada que hay detrás de los muebles del cuarto de baño, las zonas de contacto entre la pared y los muebles pueden convertirse rápidamente en una zona de riesgo que se pasa por alto. En estas zonas, el aire húmedo no se puede secar correctamente. En su lugar, se condensa y forma el caldo de cultivo perfecto para el crecimiento de las esporas de moho.

Cortinas y mamparas de ducha

Cortinas y mamparas de ducha

Las cortinas de ducha y las paredes entran regularmente en contacto con agua y restos de jabón en el ambiente cálido y húmedo. Aquí se puede formar moho, especialmente si las superficies están mal ventiladas, no se secan o no se limpian con regularidad.

Rejuntado de la cerámica

Rejuntado de la cerámica

Las juntas de cemento absorben la humedad, la almacenan y favorecen la formación de moho en caso de ventilación insuficiente en combinación con alta temperatura y humedad.

Juntas de silicona

Juntas de silicona

Aunque la silicona sea repelente al agua, en las juntas realizadas con sellantes elásticos también se pueden acumular restos de jabón y de humedad. Además, las juntas de silicona pierden su eficacia con el tiempo, especialmente en caso de limpieza y mantenimiento insuficientes.

Prevención de moho: pequeños pasos, grandes resultados

La prevención es la mejor estrategia para evitar que salga moho en el cuarto de baño, ¡y es sumamente fácil! Basta con tres simples medidas cotidianas para prevenir el moho: ventilación adecuada, calefacción adecuada y secado cuidadoso. Combinadas entre sí, reducen la humedad del baño lo suficiente como para crear un clima higiénico duradero y, de este modo, privar así al moho de cualquier posibilidad de crecimiento.

Ventana abatida en un cuarto de baño iluminado con baldosas de color claro © Schlueter-Systems

#1 Ventilación correcta

Al ventilar, se renueva el aire y ésta es la medida más importante para mantener la higiene del cuarto de baño. El principio es muy sencillo: ¡aire fresco dentro, aire húmedo fuera! A través de la ventana abierta, el vapor de agua se puede evacuar fácilmente de la habitación, especialmente después de la ducha o del baño, en lugar de depositarse en forma de condensación sobre las superficies frías. En los cuartos de baño sin ventanas, resultan útiles los sistemas de extracción de aire como la ventilación eléctrica y los ventiladores. Ambas medidas reducen el contenido de humedad del aire y, de esta forma, privan al moho de la base necesaria para su crecimiento.

Para mantener el baño libre de moho a largo plazo, siga estos tres sencillos pasos:

Ventilación intensa

Acostúmbrese a ventilar intensamente el cuarto de baño varias veces al día, especialmente después de ducharse o bañarse, pues el aire cálido y húmedo se sustituye por aire frío y seco abriendo completamente la ventana de 5 a 10 minutos. Para que el aire húmedo salga realmente al exterior y no se extienda al resto de la vivienda, mantenga la puerta cerrada mientras ventila el baño. Si establece la rutina de ventilar correctamente el baño como parte final de su ducha, combatirá eficazmente el moho.

Ventilación con ventana abatida en función de las necesidades

Antes de nada: abatir la ventana solamente durante un par de minutos no tiene el mismo efecto que la ventilación intensa. No obstante, después de la ducha, sigue habiendo humedad en el cuarto de baño que se evapora más lentamente, por ejemplo, en las toallas de manos. Por eso, es recomendable combinar la ventilación intensa con la ventilación con ventana abatida. No obstante, asegúrese de no dejar la ventana abatida durante mucho tiempo en invierno para evitar pérdidas de energía innecesarias.

Habilitar un sistema de control

Compruebe la humedad del cuarto de baño con un higrómetro. Los modelos de interior miden la humedad y la temperatura ambiente al mismo tiempo, para que pueda controlar fácilmente ambos factores sin esfuerzo y regularlos en caso necesario. Durante la ducha, la humedad relativa del aire puede aumentar a un 70 %, pero en la media diaria continua no debería ser superior al 40-60 %, en función del tipo de edificio, del aislamiento y de la temperatura ambiente.

El moho, un riesgo para la salud

Las colonias de moho en el baño no solo son un signo antiestético del aumento de la humedad y la falta de higiene, sino también un grave riesgo para la salud. Si hay esporas microscópicas circulando por el aire cálido y húmedo del cuarto de baño, también pueden entrar en las vías respiratorias y provocar molestias, especialmente en personas alérgicas, asmáticas o inmunodeficientes. Sin embargo, el sistema inmunológico también puede verse afectado en personas sanas sin patologías previas al exponerse continuamente a las esporas de moho. Algunos síntomas típicos, pero también inespecíficos, además de los problemas respiratorios, son irritaciones cutáneas y oculares, erupciones cutáneas, dolor de cabeza, problemas circulatorios o agotamiento.

#2 Calefacción adecuada

© Schlueter-Systems

Una calefacción adecuada en los cuartos de baño no solo es importante por motivos de eficiencia energética y rentabilidad, sino también para prevenir la aparición de moho en las zonas húmedas. Esto se debe a que el aire caliente absorbe más humedad que el frío, por lo que, si la temperatura es adecuada, se condensa menos vapor de agua procedente del aire sobre las superficies. Por ello, la temperatura ambiente recomendada en general para el cuarto de baño se sitúa entre 22 y 24 °C; esto no solo procura un calor agradable y un ambiente acogedor, sino que también favorece la evaporación de la humedad generada.

Si el cuarto de baño tiene calefacción por suelo radiante, la distribución uniforme del calor por toda la estancia también favorece la prevención del moho, pues no se pueden formar zonas frías. Además, existen sistemas de calefacción eléctrica como Schlüter-DITRA-HEAT-E, que se pueden instalar directamente por debajo de la cerámica de la pared, incluso en zonas de ducha. La ventaja es evidente: el rápido calentamiento de la superficie de la ducha favorece un secado más rápido y previene eficazmente la formación de moho.

#3 Secado

© Schlueter-Systems

Las cálidas temperaturas del cuarto de baño aceleran la evaporación del agua, lo que hace que la humedad del aire sea constantemente más alta que en otras estancias. Cuando el aire cálido y húmedo entra en contacto con superficies frías, se acumula vapor de agua condensado sobre baldosas, griferías, espejos y cristales. Especialmente después de la ducha, la humedad se condensa en paredes, cortinas y juntas: seque manualmente las zonas húmedas más allá del horario habitual de limpieza del baño después de cada uso para evitar la formación de moho en la zona de ducha. Pasando una espátula limpiacristales de goma o secando las superficies reducirá los restos de humedad y contrarrestará directamente el riesgo de moho debido a la exposición a la humedad. De este modo, también puede evitar daños materiales a largo plazo, como el hinchamiento del papel pintado, el yeso o los elementos de madera. Por norma general, se aplica lo siguiente: si el agua se evacúa eficazmente, no podrá penetrar en materiales ni en elementos estructurales, ya sea a través del aire o de la superficie.

La ciencia de las juntas

Juntas

Las juntas son los espacios existentes entre los distintos elementos del recubrimiento del suelo, que se forman al colocar recubrimientos cerámicos y piedra natural y que se sellan generalmente con material de rejuntado. Sirven para compensar las imprecisiones dimensionales en los recubrimientos, eliminar tensiones mínimas y producir una superficie cerrada. El ancho de las juntas puede variar en función del diseño global y del formato del recubrimiento.

Juntas de movimiento

Las baldosas, el recrecido y el hormigón cambian constantemente de forma, p. ej., debido a cargas cambiantes, modificaciones en el contenido de humedad u oscilaciones de temperatura. La conjunción de estos movimientos puede provocar grietas por tensión o deformaciones. Aquí es donde entran en juego las juntas de movimiento: éstas actúan como amortiguadores para compensar las deformaciones y prevenir posibles daños en el recubrimiento.

Junta de silicona, un caso especial

Las típicas juntas de silicona que se encuentran en la ducha son juntas de conexión o juntas de movimiento: compensan los movimientos de los recubrimientos instalados gracias a sus propiedades elásticas. Si el cuarto de baño se utiliza de forma intensiva, están en acción las veinticuatro horas del día, pues las altas temperaturas provocan forzosamente mayores deformaciones. No obstante, la elasticidad de la silicona está limitada a un 20 % aprox.: una junta de dilatación de 1 cm de ancho solo puede expandirse 2 mm sin daños; en caso de cargas superiores, la junta de silicona se rasgaría y tendría que sustituirse. A esto se suma el hecho de que la silicona presenta una resistencia fungicida y antibacteriana limitada. Por ello, las juntas rellenas de silicona también se denominan juntas de mantenimiento.

Si a estos factores condicionados por el uso y el material se suman ahora depósitos de restos de jabón, sustancias orgánicas como las partículas cutáneas o productos de limpieza corrosivos, se forma un caldo de cultivo ideal para el crecimiento de moho en las juntas. Ésta es la segunda razón principal para sustituir periódicamente las juntas de silicona. No obstante, como alternativa a la silicona también se pueden instalar perfiles de juntas de dilatación sin mantenimiento que constan de componentes que se mueven en direcciones opuestas, presentan una zona blanda muy elástica y se rejuntan durante el rejuntado del recubrimiento de forma convencional. No se desgarran ni se llenan de moho, por lo que carecen completamente de mantenimiento.

Esquina interior de pared parcialmente alicatada con perfil de juntas de dilatación Schlüter-DILEX-EF incrustado en mortero para baldosas © Schlueter-Systems
Discretos, sin mantenimiento y sin moho: el perfil Schlüter-DILEX-EF solo mide 5 mm de ancho y se instala en el lecho de adhesivo debajo del recubrimiento cerámico.

Perfiles de juntas de dilatación sin mantenimiento en vez de juntas de silicona

En cocinas grandes y piscinas, la instalación de perfiles de juntas de dilatación en esquinas interiores de pared o transiciones entre la pared y el suelo suele ser la norma debido a las especificaciones higiénicas, pero en la construcción de viviendas privadas aún no se le presta la atención que merece. No debería ser así, pues los perfiles como Schlüter-DILEX-EF son inmejorables cuando se trata de esquinas interiores de pared discretas y fáciles de cuidar: a diferencia de las juntas de silicona, hacen que las transiciones alicadas con recubrimientos cerámicos no requieran ningún tipo de mantenimiento y sean prácticamente invisibles.

En función del modelo, los materiales pueden ser resistentes al moho y a las bacterias: de este modo, la formación de moho en las juntas de dilatación es cosa del pasado. Los perfiles son aptos para todos los recubrimientos que no sean flotantes, se instalan en el lecho de adhesivo debajo del recubrimiento cerámico y quedan a ras del canto de las baldosas cerámicas. Esto no solo es funcional y duradero, sino que también encaja perfectamente con el diseño del cuarto de baño.

Pasos principales y medidas contra la formación de moho en el cuarto de baño

Ventilar en función de las necesidades: varias veces al día y especialmente después de la ducha o del baño, pero también entre medio, pues las toallas se secan más lentamente.

 Dejar abierta la zona de ducha: acostúmbrese a dejar abierta la mampara de la ducha para que el aire húmedo se renueve mejor y la humedad se seque más rápidamente.

Secar las zonas húmedas: cuanto menos humedad haya en el cuarto de baño, más bajo será el riesgo de formación de moho.

 Calefacción adecuada: asegúrese de que la temperatura ambiente del cuarto de baño sea de 22 a 24 °C y utilice una calefacción eléctrica de superficie en las zonas húmedas en la medida de lo posible.

Utilizar un higrómetro: el equipo de medición indica cuándo la humedad relativa del aire es demasiado alta en el cuarto de baño y es necesario ventilar de nuevo.

 No tender la colada: evite tender la colada en el cuarto de baño aunque allí se seque más rápido debido a la temperatura ambiente.

Utilizar un deshumidificador: en los cuartos de baño sin ventanas, un deshumidificador pequeño, por ejemplo, a base de sal, puede ser un complemento útil.

 Reducir las juntas: en caso de planificar un cuarto de baño, intente reducir las juntas de silicona y el número de juntas cementosas utilizando baldosas de gran formato. Los baños sin juntas también son posibles.