8 ventajas de una calefacción por suelo radiante

De bajo consumo, agradable e higiénica: una calefacción por suelo radiante no solo garantiza pies calientes, sino otras muchas ventajas, tanto en obra nueva como en rehabilitaciones.

Se ven las piernas de una mujer que camina descalza por un suelo de baldosas oscuras de gran tamaño en un moderno salón, ante una amplia chimenea.

Convincente en toda su extensión

La elección del sistema de calefacción es decisiva para el equilibrio energético del proyecto. Ya se trate de una rehabilitación o de una obra nueva,  Por ello, es importante estudiar cuanto antes las ventajas que ofrece la calefacción por suelo radiante. Nosotros hemos recopilado ocho aspectos importantes desde el punto de vista constructivo, térmico y ecológico: desde la instalación hasta la distribución de calor, pasando por los gastos de calefacción.

#1 Eficiencia y sostenibilidad

Una niña rubia sosteniendo una hucha de cerdito rosa en su casa © Adobe Stock

Lo primero es lo primero: una calefacción por suelo radiante moderna merece la pena por muchas razones: tanto para los propietarios o inquilinos como para el medioambiente. La eficiencia de este sistema depende directamente de su construcción: la calefacción por suelo radiante es una calefacción de superficie que, a diferencia de un sistema convencional de radiadores, utiliza una superficie mucho mayor para calentar el espacio. Por ello, también conlleva una temperatura de agua considerablemente reducida, la llamada temperatura de impulsión o de salida. 

Mayor superficie, menor temperatura de impulsión: potencial de ahorro considerable

Cada grado de temperatura de impulsión menos, ahorra una valiosa energía para calentar el agua, lo que incide directamente en los costes de calefacción. Al mismo tiempo, esto hace que la calefacción por suelo radiante sea ideal para combinarse con bombas de calor sostenibles y modernas. Otro punto a su favor para las personas y el medioambiente: los sistemas con una altura de construcción reducida como Schlüter-BEKOTEC-THERM necesitan menos recrecido, lo que permite ahorrar en recursos como la arena y el cemento y, de ese modo, reduce más la huella ecológica de una obra. Además, calientan más rápido gracias a la capa fina del recrecido. Un estudio científico del Institut für Technische Gebäudeausrüstung (ITG) de Dresde también demuestra que todo esto compensa al final: en comparación con los suelos radiantes convencionales, el sistema BEKOTEC-THERM permite un ahorro energético de hasta un 9,5 %.

Inversión sostenible en energía de vanguardia 

La visión energética de los edificios tiene una importancia cada vez mayor en la conservación del valor y en la revaloración del patrimonio. En este contexto, una calefacción de superficie moderna no solo supone un aumento de la eficacia a largo plazo, sino también un sistema de distribución de energía puntero, cuya premisa es el aprovechamiento energético y, sobre todo, la posibilidad de adaptaciones futuras a sistemas energéticos renovables. Con los gastos energéticos en continuo aumento y la caída de los precios de los paneles solares y las bombas de calor, hay una ventaja indiscutible que también conoce el mercado: el valor de mercado de una vivienda con calefacción por suelo radiante es normalmente más elevado que el de otras viviendas con radiadores.

¿Qué se entiende por temperatura de impulsión?

Por temperatura de impulsión, se entiende la temperatura del medio transmisor de calor, que se envía al sistema de calefacción, en este caso, agua. La temperatura de impulsión requerida depende del tipo de recubrimiento y de la demanda de calefacción de las habitaciones. En los sistemas de radiadores convencionales, la temperatura de impulsión es de 70 °C aprox., frente a los 30 °C aprox. de las calefacciones por suelo radiante modernas. Esto las convierte en el compañero ideal de las bombas de calor y las tecnologías solares, cuya energía, además, es suficiente para calentar el agua.

#2 Plazo de ejecución reducido

Dos aparejadores midiendo la altura requerida para el suelo radiante BEKOTEC-THERM en la obra de un proyecto de reforma © Schlueter-Systems

Quien se decida por un sistema de calefacción moderno no tiene que soportar necesariamente largos plazos de instalación. El sistema constructivo de los sistemas combinados como Schlüter-BEKOTEC-THERM o Schlüter-DITRA-HEAT-E está diseñado de modo que las baldosas cerámicas o de piedra natural se puedan colocar casi inmediatamente después de que el recrecido de mortero sea transitable. Esto lo hace posible la llamada lámina de desolidarización. Ésta se coloca entre el recrecido y la cerámica y se encarga de que ambas capas puedan moverse independientemente entre sí, además ayuda a eliminar la humedad residual del recrecido y ofrece la función de impermeabilización en caso necesario.

Reduce el tiempo de construcción hasta en 28 días

Cuando se utiliza un recrecido de cemento convencional, desaparecen los tiempos de espera del secado y curado del recrecido. Gracias a la lámina de desolidarización, tampoco es necesario medir ni respetar la humedad residual durante la instalación de los recubrimientos cerámicos, lo que permite ahorrar hasta cuatro semanas: una ventaja enorme tanto en obras nuevas como en rehabilitaciones.

Estructura estudiada, instalación eficaz

En los sistemas de calefacción modernos como BEKOTEC-THERM, el recrecido calefactado se instala sobre una placa de nódulos que también aloja los tubos de calefacción. Este sistema constructivo admite una capa de recrecido mucho más fina, lo que permite ahorrar recursos, peso y altura de construcción, así como tiempo de montaje, pues los trabajos adicionales como la creación de las juntas de movimiento del recrecido, la instalación de una rejilla AKS o el uso de aditivos costosos desaparecen. Los recrecidos fabricados de este modo se pueden instalar mucho más rápido: mientras que en un recrecido convencional se estima un rendimiento de instalación de unos 70 m2 al día, el rendimiento de instalación del sistema BEKOTEC puede ascender a unos 100 m2 al día.

#3 Instalación posterior en edificios existentes

Rehabilitación de un edificio, en cuyo suelo se instala una calefacción por suelo radiante BEKOTEC-THERM y un recrecido flotante. © André Wirsig

Con frecuencia, la altura de construcción del suelo está limitada en caso de reforma o rehabilitación. Además, al crear un pavimento tradicional, se parte de un volumen de recrecido de 61 litros o 122 kilos por metro cuadrado: una carga estática demasiado alta en muchos edificios existentes. Para este tipo de obras, hay construcciones de recrecido especiales basadas en placas de nódulos: estas permiten realizar construcciones de baja altura incluyendo la calefacción por suelo radiante.

Material y peso reducidos al mínimo indispensable

Los recrecidos flotantes sobre placas de nódulos se caracterizan, entro otras cosas, por su altura de construcción reducida y un volumen de material reducido. Gracias a la construcción de bajo espesor del sistema BEKOTEC-THERM, la masa del recrecido también es mínima, con un peso superficial de a partir de 40 kg/m2, lo que supone un ahorro de hasta 80 kilos por metro cuadrado. Esto no solo se traduce en menos gastos y recursos, sino también en cargas estáticas tan reducidas que la calefacción por suelo radiante también se puede instalar en edificios antiguos en rehabilitación e incluso en edificios protegidos.

¿Qué se entiende por placa de nódulos?

Una placa de nódulos o placa de nódulos de recrecido es un soporte que consta de una estructura en forma de nódulos. Ésta se coloca debajo del recrecido y sirve para alojar los tubos de la calefacción por suelo radiante, que se fijan entre los nódulos. Las placas de nódulos están disponibles para distintas alturas de construcción y diámetros de tubo, con aislamiento acústico a ruido y aislamiento térmico o sin ellos.

Las construcciones de recrecido con las placas de nódulos Schlüter-BEKOTEC tienen numerosas ventajas en comparación con un recrecido de instalación convencional: permiten, p. ej., neutralizar tensiones en el recrecido de forma modular a través de la estructura de nódulos para descartar alabeos; en consecuencia, deja de ser necesario realizar juntas de movimiento adicionales en el recrecido porque la placa elimina la retracción del mortero. Además, el espesor del recrecido se reduce considerablemente, lo que permite ahorrar material y reducir tanto el peso como la altura de construcción. Las calefacciones por suelo radiante reaccionan más rápido en estas construcciones, pues la masa que se debe calentar es menor.

#4 Un verano agradable y fresquito

Familia de cinco miembros y un perro tumbados en círculo sobre un agradable suelo de baldosas fresco © Schlueter-Systems

La combinación de bomba de calor y calefacción por suelo radiante va mucho más allá de una mera calefacción eficiente: también ofrece una función de refrigeración para los meses de verano. El principio es sencillo: en lugar de enfriar directamente el aire de la estancia, la superficie se utiliza para reducir la temperatura del interior del edificio a un nivel agradable. En vez de agua caliente a 30 °C aprox., a través de los tubos instalados en el suelo fluye agua fría a 18 °C aprox. De este modo, se elimina el calor de las habitaciones, lo que reduce la temperatura de la superficie y, por consiguiente, el aire del edificio. Una diferencia de pocos grados es suficiente para mejorar considerablemente el clima interior.

La conmutación entre el modo de calefacción y el modo de refrigeración se produce a través de la llamada «salida change over» de las bombas de calor, que envía la señal correspondiente a la calefacción por suelo radiante. De esta forma, la dirección de las electroválvulas se invierte prácticamente: se abren al subir (en vez de al bajar) la temperatura de la estancia y permiten que fluya agua fría por los circuitos de calefacción. Si bien el efecto refrigerante es menor que el de un aire acondicionado, gracias al modo de funcionamiento indirecto, la refrigeración se produce sin corrientes de aire frío, corrientes de polvo y ruidos. Por ello, la refrigeración de superficie resulta a menudo más agradable y, en función del tipo de bomba de calor que se instale, funciona como refrigeración activa o pasiva.

Refrigeración pasiva: evacuación del calor al suelo

La refrigeración pasiva se puede realizar mediante bombas de calor con acumuladores enterrados o a través de pozos profundos. Para ello, la calefacción por suelo radiante extrae el calor de la estancia, lo evacúa al suelo frío a través de la circulación del medio de transferencia de calor y lo enfría. Mientras que el suelo se calienta mínimamente, el edificio se enfría a través de la calefacción por suelo radiante, todo ello, de forma muy económica, respetando el medioambiente y sin un alto consumo de corriente, pues en la refrigeración pasiva la bomba de calor funciona con el compresor apagado. Este rendimiento de refrigeración no se puede comparar con el de las unidades de refrigeración convencionales, pero funciona según un principio "indirecto" totalmente distinto.

Refrigeración activa: transporte de agua fría a la superficie

En el caso de la refrigeración activa de, p. ej., las bombas de calor aire-agua, el rendimiento de refrigeración de la bomba de calor se transfiere al sistema de calefacción: el compresor de la bomba de calor se enciende, por lo que la bomba de calor está «activa». El modo de refrigeración activo se asocia a un mayor consumo de energía que la refrigeración pasiva, pero también alcanza mayores capacidades de refrigeración.

El sistema constructivo influye en el rendimiento de calefacción y refrigeración

La velocidad de enfriamiento para lograr un clima interior agradable en verano también depende de la construcción del suelo. Por lo general, las construcciones de recrecido de capa fina permiten tiempos de reacción considerablemente más rápidos. El recubrimiento superior también es fundamental: debido a su conductividad térmica, los mejores rendimientos de refrigeración se alcanzan con cerámica o piedra natural. Expresado en cifras concretas, la combinación de los distintos sistemas BEKOTEC-THERM con baldosas alcanza un rendimiento medio de refrigeración de 30–40 W/m², lo que corresponde a una reducción de la temperatura ambiente de unos 3 °C.

#5 Paredes sin radiadores

Cuarto de baño moderno y espacioso, equipado con una calefacción por suelo radiante de Schlüter-Systems, que no necesita radiadores en las paredes. © Schlueter-Systems

A primera vista, poder prescindir de radiadores en viviendas, oficinas y establecimientos comerciales tiene principalmente ventajas de diseño: al ocultar el sistema de calefacción en el suelo, se consigue mucho espacio para la decoración y el mobiliario. Las habitaciones ganan en tamaño y se pueden planificar y utilizar con mucha más libertad.

El calor confortable sale de la superficie

Además, decidirse por un sistema de calefacción sin radiadores también influye inmediatamente en la comodidad de una estancia. La gente siente el calor como especialmente agradable cuando...

  • ...se percibe sin corrientes,
  • ...hay una diferencia de temperatura muy baja entre el aire de la estancia y las superficies circundantes,
  • ...y la temperatura de la cabeza y los pies es casi igual.

Una calefacción de superficie cumple todos estos requisitos, pues en comparación con los radiadores tradicionales, se calienta una superficie bastante grande sin necesidad de que el aire se mueva para distribuir el calor. Dado que el suelo y las paredes no deben calentarse a través del aire, también provoca una menor diferencia de temperatura con respecto al aire de la estancia. Resultado: una nueva dimensión en confort y bienestar.

Comparación de la distribución uniforme del calor y de los movimientos de aire

© Schlueter-Systems
Calefacción por suelo radiante: el suave calor irradiado que se transmite por toda la superficie garantiza un calentamiento uniforme del aire de la estancia y genera movimientos de aire mínimos.
© Schlueter-Systems
Radiadores: el aire caliente puntualmente ascendente va aparejado de una distribución irregular del calor y de las características turbulencias de aire.

#6 Óptimo con cerámica

El recubrimiento del suelo influye directamente en la eficacia de una calefacción por suelo radiante: cuanto mejor sea la conductividad térmica, mayor será la eficiencia del sistema desde el punto de vista energético y económico. Por tanto, los recubrimientos con propiedades aislantes no son adecuados para un suelo radiante; en su lugar, se requieren buenos conductores de calor que también transmitan las bajas temperaturas de impulsión con la menor pérdida de energía posible.

Todo es cuestión de conductividad térmica

Desde el punto de vista físico, los compañeros ideales de una calefacción de superficie son indudablemente los recubrimientos cerámicos y de piedra natural: gracias a su alta conductividad térmica, son capaces de transmitir a la estancia el calor irradiado por el sistema de calefacción de forma rápida y eficaz. En combinación con una construcción de recrecido de capa fina y una lámina de desolidarización directamente colocada bajo las baldosas, este efecto se acelera aún más. Esto no solo aumenta el confort, sino que también garantiza un funcionamiento mucho más rentable.

Una joven respira tranquilamente sentada en un sofá beige con los brazos colocados por detrás de la cabeza. © AdobeStock

#7 Un respiro de alivio para los alérgicos

Puesto que la calefacción por suelo radiante funciona con calor irradiado y genera pocos grados de diferencia con respecto al aire de la estancia, también produce una fracción mínima de los movimientos de aire que provoca una calefacción convencional. Por esta razón, una calefacción por suelo radiante casi no levanta polvo y no carga innecesariamente el aire que se respira.

¡Salud!

La calefacción por suelo radiante es toda una revelación para los alérgicos al polvo doméstico. No es solo que se levanten menos alérgenos producidos por los ácaros: un pavimento de cerámica higiénico y de fácil mantenimiento en combinación con un soporte calefactado priva a los molestos ácaros de su medio de vida.

#8 Higiene integral

Los líquidos se secan rápido sobre un pavimento calefactado: las bacterias, los hongos y los ácaros no tienen ninguna oportunidad. La calefacción por suelo radiante es la solución ideal si quiere colocar un pavimento higiénico en su cuarto de baño o en la cocina, o si tiene hijos en edad de gatear.

En el ámbito sanitario, la calefacción de superficie es de sobra conocida: las consultas, los quirófanos y las instalaciones sanitarias se equipan con calefacción por suelo radiante y recubrimientos adecuados que puedan esterilizarse fácilmente. En los spas y en los cuartos de baño, los recubrimientos cerámicos calefactados facilitan un secado rápido de la superficie, por lo que también reducen el riesgo de resbalamiento, que generan las medidas de limpieza a la humedad condicionada por el uso.

Resumen de ventajas de una calefacción por suelo radiante

Salón con una calefacción por suelo radiante BEKOTEC-THERM instalada en un recubrimiento cerámico existente
Óptimo con cerámica

Óptimo con cerámica

Alta conductividad térmica, baja pérdida de energía: la calefacción por suelo radiante demuestra su eficiencia y todas sus ventajas cuando se emplean pavimentos cerámicos o de piedra natural.

Plazo de ejecución reducido

Plazo de ejecución reducido

Bajo espesor, gran efecto: la combinación del recrecido de cemento con una lámina de desolidarización permite cubrir la superficie del recrecido en cuanto éste se vuelve transitable, sin largos tiempos de espera.

Instalación posterior en edificios existentes

Instalación posterior en edificios existentes

Independientemente de que se trate de un edificio antiguo o un edificio protegido, gracias a los modelos especiales con baja altura de construcción y masa de recrecido reducida, la calefacción por suelo radiante también es adecuada para reformas y rehabilitaciones.

Paredes sin radiadores

Paredes sin radiadores

Diseño sin límites, máxima comodidad: al instalar la calefacción en el suelo, no solo se gana espacio para la decoración, sino también un agradable calor.

Higiene integral

Higiene integral

En la cocina, en el salón o en el baño: con las superficies calefactadas, la humedad, las bacterias, los hongos y los ácaros no tienen ninguna oportunidad.

Un respiro de alivio para los alérgicos

Un respiro de alivio para los alérgicos

Distribución agradable del calor sin turbulencias de aire: puesto que la calefacción por suelo radiante garantiza el calentamiento uniforme de toda la superficie, apenas levanta polvo.

Eficiencia y sostenibilidad

Eficiencia y sostenibilidad

La elección de una calefacción por suelo radiante merece la pena por múltiples razones: gracias a la baja temperatura de impulsión, no solo protege los recursos y el bolsillo, sino que también aumenta el valor de mercado de su propiedad al mismo tiempo.

Un verano agradable y fresquito

Un verano agradable y fresquito

Clima interior perfecto en cualquier época del año: los sistemas hidráulicos no solo calientan, sino que también enfrían. Todo ello, sin corrientes de aire, levantamiento de polvo ni ruido.